Exploración de los principios y beneficios de una casa pasiva en la construcción sostenible
1. Introducción a la construcción sostenible
La construcción sostenible es aquella que fomenta un desarrollo sano en el ambiente natural, creando un ambiente sano para quienes la habitan. Se desarrolla sobre tres áreas clave. En primer lugar, tiene el principio de la eficacia energética. En segundo lugar, la utilización de energías renovables. Y en tercer lugar, la reducción del impacto ambiental. La eficacia energética se puede lograr en una construcción por medio de la utilización de sistemas pasivos y por medio de la utilización de energías eficientes en caso de tener que recurrir a sistemas activos de climatización del edificio.
La «casa pasiva» es un modelo de construcción respetuoso con el medio ambiente que se presenta bajo una serie de principios que prometen un ahorro entre el 60% y el 90% del consumo energético de una construcción convencional de las mismas dimensiones. Estos principios son aplicables tanto a la edificación como a la rehabilitación. Este ahorro energético es el primer y principal beneficio de la casa pasiva: el ahorro en la factura energética. Este modelo de construcción se basa en la utilización de sistemas pasivos de climatización y en la mejora de los aislamientos para que no se requiera un alto gasto energético para conseguir un alto confort en su interior. Todo esto a través de unos principios que suponen una mejora respecto a la construcción tradicional.
2. Concepto y principios de una casa pasiva
Entender el concepto de casa pasiva implica previamente adentrarse en las virtudes de la bioclimática, entendida como aquellas soluciones o medidas constructivas adecuadas para lograr un diseño pasivo del edificio con el fin de reducir al máximo el consumo. Esto incluye la optimización de parámetros como el aislamiento térmico, la inercia térmica, la renovación de aire, las ventilaciones naturales, la protección y el control de los cerramientos ante las inclemencias del exterior, así como la captación de energía de los elementos exteriores de la forma óptima para reducir al máximo las necesidades de energía no renovable y aumentar el confort y la salud del usuario. Se deben considerar buenas condiciones óptimas para recibir la luz del día, producida sin sobrecalentamiento, y visuales personalizadas para no generar daño ocular, evitando así “puntos ciegos” en la visión lejana, además de una adecuada calificación de las vistas. Es importante evitar posibles contaminaciones lumínicas y facilitar una orientación adecuada del edificio para rentabilizar las horas de sol. En una casa pasiva, nada está dejado al azar. Por ello, se plantea una arquitectura en la que la fachada es la prolongación del suelo, es decir, adaptada a las condiciones del lugar y de la región en la que se encuentra, huyendo de modas y apostando por materiales naturales y de la zona, que funcionen bien y sean respetuosos con el medio ambiente durante el proceso de extracción, producción y colocación. A su vez, por su durabilidad y resistencia, aseguran el máximo tiempo de uso, lo que hará que impacten menos en el medio ambiente si contabilizamos el impacto a lo largo de su vida útil. Alineada con la bioclimática, el diseño pasivo integra todas las energías dinámicas presentes en un lugar. Aunque estas energías reversibles pueden variar mucho en su forma y contenido, la energía dinámica más conocida, la irradiación solar, actúa también como agente geopolítico, pues es prácticamente el único que puede influir en las condiciones climatológicas. De no ser por ella, la atmósfera terrestre estaría a la temperatura del espacio exterior.
3. Diseño arquitectónico de una casa pasiva
Existe una tipología de vivienda pasiva que suele repetirse, tanto en régimen de edificación como de reforma de una vivienda existente. La constituyen los patios, especialmente en búsqueda de patios de dimensiones más bien reducidas si atendemos a elementos pasivos, en una localización central o próxima a esta. Se plantea, de acuerdo a varios parámetros de diseño, la necesidad de incluir, además del patio mencionado, un espacio adosado a una parte acristalada de la vivienda, planteando dos situaciones en dependencia del diseño del patio o de la existencia de este. Además de analizar la capacidad de incidencia del espacio planteado al lado del ventanal, se presentan consideraciones de incidencia del tamaño, proyección solar, construcción o no de pérgolas, entre otros. Se acometen también otras situaciones referentes a las ventanas y enrollarlos, tales como la acristalada de la envolvente, situaciones particulares como la que posibilita un muro cortina e incluso el dimensionado de estas para conseguir una disminución del consumo.
En ocasiones, no se contemplan todas las variables existentes que posibilitan explotar al máximo la capacidad de una vivienda en colaboración con estos. El objetivo o lo que se pretende con este trabajo es conocer la influencia de la variable tamaño del patio sobre el microclima interior de la vivienda. Plantear un mecanismo que posibilite hacer una interpretación gráfica de dicha influencia desde la fase inicial del proyecto, que consiste en la definición de tramos alrededor de su perímetro. Y como tercera etapa, perfeccionar el mecanismo coincidiendo con la elaboración de diafonías aplicadas al clima y ordenación urbanística de la vivienda existente en la cuenca de la Laguna. Para alcanzar dichos objetivos, se parte de la base de que el espacio interior de este patio contribuye teniendo un comportamiento análogo al mismo, aunque a priori, y según los registros, seguramente no idéntico.
3.1. Orientación y distribución de espacios
La orientación de la casa es fundamental a la hora de lograr un confort térmico en la vivienda. Se deben distribuir los espacios adecuadamente en función de la cantidad de luz natural necesaria, consiguiendo una iluminación diáfana a lo largo de todo el día, hecho que hará que se consuma la menor cantidad de electricidad posible gracias al diseño y ejecución de ventanas, seleccionando las aberturas más comunes en el mercado actual, así como teniendo en cuenta sus coeficientes de transmisión para seleccionar los espesores de vidrio. En el estudio de la exportación e importancia de la orientación y protección solar a través del estudio de diferentes ráfagas de viento en base a la localización geográfica, llegamos a la conclusión de que aporta un sinfín de variables meteorológicas que nos podemos hacer una muy clara idea de por dónde sopla el viento y qué velocidad media alcanza.
Después de haber analizado la zona y tener una idea aproximada de por dónde sopla el viento y con qué intensidad lo hace, reducimos los orígenes de dichos vientos entre los cuatro siguientes: sureste, del desierto del Sahara sur argelino; noroeste, del mar Cantábrico; del sur-sudoeste, del mar Cantábrico; del sureste, por el valle del Guadalquivir. De este modo sabemos de dónde vienen los frentes y cuál es su recorrido. La primera condición impuesta a la casa pasiva es que el frente principal sea al sur, creando un atrio que proteja la vivienda al norte, por donde los frentes más fríos llegan a la ciudad. Dicho atrio está formado por el volumen principal de la vivienda, al que al norte se coloca un macizo vegetal que proporcione sombra y reduzca la potencia del viento. Alrededor del otro frente primario, el sur, se disponen las terrazas, para proteger del sol en invierno y refugiar en verano, de idéntico fondo que la vivienda para permitir la selección de la mejor orientación de las viviendas en sus lados.
3.2. Aislamiento térmico y acústico
Vienen. A continuación se presentarán los distintos materiales y técnicas para aislar tanto térmicamente como acústicamente una vivienda que concuerda con el principio de casa pasiva.
El aislamiento térmico de una vivienda es aquel que evita la pérdida o el acceso del calor en el interior de la misma. La energía no se intercambia con el medio circundante, produciendo la temperatura idónea y confortable para el ser humano. Los distintos materiales que existen se clasifican según su naturaleza en materiales aglomerados o fibrosos, materiales laminados y materiales celulosos. La elección de un material u otro entra en juego factores como la eficiencia energética, la sostenibilidad, los costes o el sistema constructivo de la fachada. Respecto al aislamiento acústico de las viviendas, podemos mencionar que existe un reglamento de aislamiento de ruido que establece los valores mínimos de aislamiento en función del origen del ruido y del uso de la edificación. En relación a la normativa, se distinguen cuatro grupos según el origen de la molestia. Por una parte, el ruido de tráfico exterior que incluye tanto la avenida como el límite. En esta categoría se incluirían dos subgrupos: viviendas que den sus huecos exteriores hacia una vía y las viviendas cuyos huecos no den directamente hacia la vía, pero sufran una elevada contaminación. Otra categoría es el ruido de tráfico ferroviario y de metro, y por supuesto, el ruido de tráfico aéreo. En este caso, una incógnita común es cómo insonorizar las ventanas correderas que, en su mayoría, no aíslan acústicamente. Según los estudios de especialistas en el sector, en caso de que no las filtren, habría que recurrir a la instalación de ventanas interiores abatibles o correderas, pero que no sean practicables, o a la instalación de doble ventana. Entre otros factores de relevancia, destacamos que el acabado de la fachada influye en las capacidades de aislamiento acústico del material aislante. En general, se puede decir que si es una fachada con cámara, la absorción del ruido que llega del exterior será casi cero. En cambio, si es una fachada con estructura ligera, como fachada ventilada o SATE, el ruido será absorbido en función de los conductores directos.
4. Sistemas y tecnologías clave en una casa pasiva
Las estrategias y tecnologías empleadas en una casa pasiva se dividen en tres campos: el aislamiento y la estanqueidad, el control del clima interior y la ventilación o renovación de aire. Estas se centran en reducir los requerimientos energéticos del edificio, facilitar el control climático mediante aportación controlada de energía y mantener una calidad del aire cómoda y saludable. Algunas de estas tecnologías o sistemas utilizan fuentes de energías renovables y sostenibles, pero todas ellas se quedan en la fase de minimizar la demanda de energía del edificio, hasta el punto que algunos denominan este tipo de construcción Edificio de consumo muy cercano a cero.
– Aislamiento y estanqueidad: la concepción innovadora de la envolvente térmica del edificio es un trabajo crucial en las casas pasivas, con el uso de materiales de baja conductividad, ventanas de altas prestaciones y sin puentes térmicos. – Control del clima interior: el empleo de algunas tecnologías con otros combustibles renovables o de alta eficiencia, especialmente en regiones muy frías. – Ventilación: es necesario introducir aire del exterior para obtener un clima interior óptimo, pero a su vez habrá una demanda energética para calentarlo que será necesario obtener del interior del edificio. Era preciso implementar un sistema de recuperación del calor del aire expulsado de forma eficiente.
4.1. Ventilación mecánica controlada (VMC)
La ventilación mecánica controlada (VMC) permite renovar el aire viciado de la casa cruzándolo con el aire exterior. Este sistema se basa en la extracción continua del aire cargado de humedad y CO2 en cuartos húmedos como baños, cocinas, lavaderos, etc., que es sustituido por aire fresco que ingresa en el inmueble a través de unos conductos que convergen en una toma de aire exterior, para después ser impulsado hacia el resto de estancias de la vivienda, llegando el aire finalmente a los cuartos secos y saliendo a través de las rendijas que se hayan dejado en las ventanas denominadas compuertas, ventanas permeables. El conjunto de un edificio está sometido a lo que denominamos una envolvente térmica; esta mantiene interiormente un clima agradable, controlado mediante la adaptación simbiótica de los elementos entre sí. El sistema de ventilación constituye una necesidad indisoluble de la política de construcción pasiva. La depuración del aire supone la eliminación de gases y humos; mantiene concentraciones relativamente constantes de CO2, gases desprendidos de los materiales de construcción y aparatos a gas; renueva oxígeno en edificios con hermeticidad a la infiltración; mantiene confort higrotérmico y ahorra energía al evitar corrientes fugitivas y mantener el gradiente higrotérmico cuando se apagan los equipos o no son necesarios. Los edificios, cuando no existen sistemas de ventilación activos, son totalmente dependientes del azar para el recambio de aire, o buscamos una solución inteligente, como la casa pasiva, o dedicamos nuestro tiempo o educamos nuestra conciencia para ventilar el ambiente cuando es necesario.
4.2. Ventanas de altas prestaciones
Después de la envolvente, las ventanas son el segundo elemento con más potencial para optimizar la demanda energética de una vivienda pasiva, ya que puede considerarse como un agujero en la envolvente, energéticamente muy negativo si no se trata correctamente. Para el confort de la vivienda y para limitar la demanda de energía, es prioritario: • Evitar la ganancia no deseada de calor (solar o interior a través del marco de la ventana). • Evitar las pérdidas de calor que generarían incomodidad al ser un elemento muy frío o por lo que se considera corriente de aire frío. Para conseguirlo, las ventanas de las viviendas pasivas buscan: a) La ganancia térmica en invierno, minimizando al máximo la demanda de energía necesaria para conseguir estas ganancias y favorecer la calidad de vida sin incrementar en verano el calentamiento natural de la vivienda. b) Controlar la luz, evitando el deslumbramiento y la decoloración de elementos interiores. c) Fomentar la ventilación y proporcionar la posibilidad de contacto con el exterior. Para ello, las ventanas deben ser fáciles de operar y responder con rapidez a las necesidades de los habitantes. La mejor opción la proporcionan los sistemas de ventanas dobles con rotura de puente térmico, si bien se debe prestar atención a la permeabilidad al aire y a los sistemas de cierre para evitar la circulación indeseada del mismo. Las carpinterías de aluminio con rotura de puente térmico presentan un coeficiente de transmisión térmica similar a las carpinterías de PVC. Aun así, la conductividad del aluminio es notablemente mayor que la del PVC, a igualdad de coeficiente de transmisión. De esta forma, no se puede generalizar que el coeficiente de transmisión sea el único parámetro que determine la eficiencia de la ventana, ya que este depende también del tamaño de las cámaras, del coeficiente de pérdida del vidrio y de la calidad de los perfiles.
4.3. Sistemas de captación de energía solar
Sistemas activos. Los sistemas activos necesitan elementos adicionales que son los que captan la energía y la trasladan a la vivienda. Estos elementos son, por lo general, paneles solares fotovoltaicos y sistemas de concentración solar. Los sistemas fotovoltaicos incluyen módulos fotovoltaicos que son paneles que, al incidir sobre ellos, la luz solar es transformada en electricidad. Además, incluye un regulador que ajusta la corriente eléctrica que llega a la batería. A su vez, están las baterías donde se almacena la energía eléctrica para luego ser usadas. Por último, el sistema incluye un inversor que cambia la corriente continua de la batería a corriente alterna para ser usada en el hogar. Estos sistemas, además, se pueden combinar con sistemas de acumulación de calor. Estos sistemas incluyen un recinto en donde las placas captan el sol y otras láminas transparentes retienen el calor. Estos sistemas son bastante contaminantes al ser producidos. La otra forma es mediante sistemas de energía solar agua, que proporcionan agua caliente sanitaria mediante colectores solares. Estos sistemas, por lo general, incluyen un depósito de acumulación de agua caliente. Sistemas pasivos. Aprovechan las condiciones climáticas del exterior para colaborar en el acondicionamiento de la vivienda sin necesidad de utilizar tecnología. El sistema está unido al edificio y su arquitectura de forma que se beneficie al máximo de los recursos naturales. Existen sistemas para captación de energía solar. El sistema activo necesita elementos adicionales para trasladar la energía captada al edificio, tales como colectores solares y sistemas.
5. Beneficios ambientales de una casa pasiva
Se pueden ver los beneficios ambientales de una casa pasiva mirando la incidencia de estas en: El aprovechamiento de energías locales y limpias, cuando no es necesaria ninguna instalación de energías propias en origen, se obtendrá una casa autónoma sin consumo energético del entorno. Reducción del consumo energético en la construcción de la vivienda. La demanda de energía es responsable hoy por hoy de la mayor parte de los impactos ambientales asociados a la construcción. Reciclaje de materiales en la medida de lo posible, es el principal factor de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la fabricación de materiales. La disminución de la huella de carbono, el impacto ambiental redunda en la disminución de gases de efecto invernadero de aquellos procesos asociados a la construcción de la vivienda por la disminución de volumen de vida útil. Estandarización de los componentes de la envolvente del edificio. Hasta la fecha, si un sistema constructivo comercializaba un producto, debíamos utilizarlo, sin importar que pudiese ser el mejor en cada caso. En fase de diseño, el promotor marcará el sistema constructivo que emplea buscando: confort higrotérmico, según necesidad de aislamiento térmico, apertura mínima de acristalamiento; doble carpintería, en este caso en condiciones excepcionales.
6. Beneficios económicos y de salud para los ocupantes
Además de los beneficios ambientales, encontramos claros beneficios económicos para el ocupante. Por un lado, el aislamiento y los cerramientos mejoran el comportamiento térmico de la vivienda, disminuyendo notablemente la demanda energética de calefacción y refrigeración. Esto supone un ahorro económico en los costes de suministro de energía de entre el 3 y el 8% sobre edificios convencionales. Tal y como se ha explicado, planes de alta eficiencia pueden prever inversiones más elevadas en la construcción y, además, tanto factores externos como las modificaciones del precio de la energía, como internos, como las variaciones en el régimen de ocupación y uso del edificio, son inciertos y supondrán un inconveniente en la estimación de los costes. Pero, por otro lado, las reducciones planteadas tanto en el consumo energético como en las emisiones de CO2 pueden fomentar ciertos beneficios asociados. Por un lado, los edificios más eficientes atraen a un mayor número de compradores de calidad. Además, declaraciones medioambientales, exenciones fiscales o primas que reciban los sistemas más eficientes, entre otros, pueden recompensar el sobrecoste inicial de la inversión. En el caso de las viviendas, estos efectos aumentarían el valor económico conjunto de la vivienda y podrían minimizar los efectos de los factores inciertos que los rodean.
7. Desafíos y consideraciones en la implementación de casas pasivas
En las consideraciones a la hora de pensar en la implementación de cada pasiva, tenemos dos aspectos cruciales: el climático y el económico. El clima en que se encuentre el lugar de emplazamiento es esencial para la adaptación de cada técnica al lugar, los materiales a emplear y el resguardo de un entorno confortable de acuerdo al medio externo. Si bien este sistema brinda variedad de posibilidades con su implementación, el coste de llevarlo a cabo también es considerable. Además, está de más mencionar que un cambio de paradigma implica una educación de cara a la demanda y que esto, en muchas ocasiones, resulta ser un factor restrictivo a la hora de imaginar el cambio. Otro aspecto de gran importancia a la hora de plantearse este tipo de soluciones domésticas es la compatibilidad de las mismas con las normativas legales requeridas para cada localidad. Por otra parte, se mencionan todos los beneficios directos e indirectos que resultan del uso de las técnicas adecuadas. Sin embargo, nunca está de más tener algunos cuidados a la hora de poner en práctica la idea de las viviendas pasivas. Además, está de decir que cualquier sistema de este tipo implicará obras de construcción, lo que a su vez implica desgaste del entorno en el que se encuentran y un gasto que, de no estar bien administrado, podría descontrolarse. Por ello, es útil tener presentes ciertas consideraciones: dado que los sistemas pasivos (y en general, todos aquellos que forman parte de la corriente de diseño y construcción sostenible) cuestan de incorporar, es un aspecto de suma importancia el correcto diseño del edificio en cuestión y la planificación de una buena gestión.
8. Estudios de caso de casas pasivas exitosas
El «Movimiento Casas Pasivas» avanza en la recuperación y pugna por mantener sistemas constructivos ligados a técnicas tradicionalmente asociadas al lugar donde se encuentran, base de un modelo más sostenible y difundiendo estas actuaciones como aplicaciones aisladas o, más sumatorias, en un masterplan energéticamente sostenible. Casa pasiva en Struellsund. En Struellsund, casa pasiva subvencionada con fondos de préstamo. Los 44 m² de solar quedan para terrazas para compensar el área correspondiente a no habitable, consiguiendo así una casa equilibrada energéticamente. El método de cálculo del consumo máximo pasivo es el danés y está en relación con la superficie útil de la vivienda. Se ha calculado el 68% con la ayuda de fácilmente, ya que esa esquiva diferencia se encuentra en los 7800 kWh teóricos anuales de diferencia, que se justifican por un uso intensivo de la vivienda donde la ventilación es forzada y los sanitarios y cocinas son eléctricos. Un uso más moderado de la vivienda puede hacer que el balance pueda llegar a estar equilibrado.
8.1. Casas pasivas en diferentes climas
Países estudiados nos damos cuenta de la importancia del diseño pasivo en climas mediterráneos, como el nuestro. La situación cambia al pasar a clima continental y montañoso, donde la adaptación de un buen diseño pasivo reduce el sobrecalentamiento estival y mejora el comportamiento frente a situaciones extremas. Este cambio se vuelve crítico ante el diseño de viviendas en climas similares al centro de los Estados Unidos y el norte de China, donde la reducción de la demanda de calefacción y refrigeración se había traducido en un mayor predominio de las ganancias internas y, por ello, la casi totalidad de los casos estudiados no cumplían los criterios respecto a la comodidad. Es decir, que se había conseguido una demanda energética baja tanto en calefacción como en refrigeración, pero se había descuidado los meses intermedios a invierno y verano, obteniendo un resultado menos satisfactorio para el usuario final. Bajo estas condiciones, la incorporación de un buen diseño pasivo, además de un mayor aislamiento e inercia, se antoja fundamental. Algún caso arroja unos valores de demanda energética inferiores a los 30 kWh/m2 anuales, lo que puede ser considerado un ejemplo para climas difíciles como el anteriormente mencionado.
Hay que tener en cuenta que, aunque puedan existir algunas dudas sobre la aplicación de un diseño pasivo en climas fríos como el suizo o en Finlandia, en términos generales se espera que funcione muy bien en clima frío y no tan bien en climas cálidos, donde un diseño bioclimático juega un papel más importante, y que incluso sea punto de conflicto en las viviendas con certificaciones. No olvidemos que el diseño pasivo de viviendas reduce también las emisiones nocivas para la salud medioambiental. No visto solo desde el punto de vista cuantitativo, a lo largo de los distintos apartados se han desprendido algunas de las ventajas de este tipo de viviendas.
8.2. Impacto a largo plazo en el consumo energético
En el pasado se asumía que los edificios pasivos o de energía casi nula repercutían negativamente en su construcción, debido a los sobrecostes que podían suponer o a la dificultad de la ejecución de las obras. A lo primero se le ha de hacer frente, ya que el precio de los combustibles fósiles se está encareciendo y es previsible que continúe encareciéndose cada vez más. A lo segundo se le ha de dar una solución, puesto que no se tienen que buscar excusas para no construir energéticamente eficientes. Además, lo realmente importante no es el coste de inversión inicial, sino el coste/ahorro energético a largo plazo.
La construcción de una casa activa se estima en un sobrecoste equivalente del 7% al 22% respecto a una vivienda convencional construida en Portugal. El coste de una casa pasiva supone un mayor esfuerzo en el momento de la inversión; sin embargo, y según el resultado de varios estudios, el coste energético del ciclo de vida de una vivienda pasiva no supera el coste energético de una vivienda convencional. Además, el sobrecoste de la inversión inicial de una casa pasiva suele recuperarse a lo largo del tiempo, alcanzándose incluso un ahorro económico entre el año 20 y 35 de vida útil, a pesar de que las viviendas pasivas poseen una vida útil similar a las convencionales. Un edificio convencional, de un tamaño medio de 120 m² habitable y una primera aproximación de 120 m² de fachada, debería disponer en la citada parcela de un total de 5.000 m², permitiendo cargar el inmueble únicamente el 24% de la parcela total disponible.
9. Tendencias futuras en la construcción sostenible
9.1. Por qué es importante investigar en la edificación sostenible El hecho de investigar la construcción sostenible es importante por varias razones: – Neutralidad en las emisiones de efecto invernadero: Las emisiones del parque de edificios nuevos no deben ser superiores a las retiradas en carbono fijado en la fase de construcción y, además, se tiene que retirar el carbono correspondiente a la actuación climática llevada a cabo sobre el edificio antiguo. – Ciclo de vida económico de una vivienda: Equilibrar las emisiones con el carbono fijado en la fase de construcción implica que los edificios construidos sean de carbono duradero, lo que induce al empleo de soluciones constructivas con una durabilidad de al menos 100 años. Son fundamentales los entramados y soluciones para proteger y prolongar en el tiempo las deformaciones con las acciones gravitatorias o horizontales en caso de terremotos. – Soluciones más ajustadas al confort bioclimático del edificio y usuario de las instalaciones: La predicción del comportamiento térmico del edificio se realiza a un ritmo de 15 minutos. Las variaciones que supone el aumento de precisión de la predicción en función del incremento del número de cálculos han permitido cambiar la estrategia en la compatibilización de la energía solar fotovoltaica a la red con la variable incidencia solar y la red real, con distintos valores de temperatura. Ambas, con el mismo valor de hierro en la solución constructiva. En consecuencia, si se considera una de las variables de control, por ejemplo, la gestión de las cargas nocturnas con dispositivos aislados térmicamente aumentará el tiempo en régimen estable en la parrilla de cargas, mejorando la gestión del confort diurno e interior. Las teorías de cargas térmicas pueden ser comparadas con el valor de las reales mediante dispositivos de apoyo a la energía térmica, por ejemplo, la incorporación de captadores solares de piscina en la instalación de calefacción por emitir aire de 27 ºC.
10. Conclusiones y recomendaciones para la adopción de casas pasivas
Conclusiones
En el presente trabajo de investigación se ha realizado un estudio de los principios teóricos de Envolvente Energética, Envolvente Térmica y Ventilación Energética, con aplicaciones orientadas a la consecución de los elementos o técnicas que se adecuen mejor para la construcción en condiciones normales de una casa pasiva. Se ha aplicado a los beneficios que aportaría actualmente a la arquitectura existente adoptar los parámetros descritos en la construcción de un edificio pasivo. Se ha realizado una aproximación de la disminución de actividad energética que generaría un modelo pasivo de vivienda con relación a otras prácticas habituales y ha surgido últimamente una propuesta de futuro o posible desarrollo de este concepto, Casa Pasiva+, con el objetivo de mejorar la eficiencia energética del entorno.
Recomendaciones
Si tiene pensado construir ya la casa que le pide el cuerpo, no habrá ninguna excusa para hacer participar sus ideas para vivir mejor. Sea inteligente y proyecte desde el principio pensando en el ambiente durante todo el año. Más adelante puedes informarte de los sistemas de ventilación adecuados pasivos al arquitecto o técnico, actividades que puedas fomentar la troficultura, o bien ir tanteando o solicitando ayuda y consultas sobre los distintos elementos o estrategias que puedes adoptar para intentar literalmente alguno de los sistemas pasivos presentes ya sugerentes o propuestos aquí. Si la casa ya la tienes, seguro que con la información cuéntate y el caos de todo comprobado no encontrarás dificultad alguna en la injerencia para preservar tu confort.
- Llama al 660626080 y consúltanos, Contacto – Aclima Soluciones con nosotros estaremos encantados de atenderte.
Exploración de los principios y beneficios de una casa pasiva en la construcción sostenible
1. Introducción a la construcción sostenible
La construcción sostenible es aquella que fomenta un desarrollo sano en el ambiente natural, creando un ambiente sano para quienes la habitan. Se desarrolla sobre tres áreas clave. En primer lugar, tiene el principio de la eficacia energética. En segundo lugar, la utilización de energías renovables. Y en tercer lugar, la reducción del impacto ambiental. La eficacia energética se puede lograr en una construcción por medio de la utilización de sistemas pasivos y por medio de la utilización de energías eficientes en caso de tener que recurrir a sistemas activos de climatización del edificio.
La «casa pasiva» es un modelo de construcción respetuoso con el medio ambiente que se presenta bajo una serie de principios que prometen un ahorro entre el 60% y el 90% del consumo energético de una construcción convencional de las mismas dimensiones. Estos principios son aplicables tanto a la edificación como a la rehabilitación. Este ahorro energético es el primer y principal beneficio de la casa pasiva: el ahorro en la factura energética. Este modelo de construcción se basa en la utilización de sistemas pasivos de climatización y en la mejora de los aislamientos para que no se requiera un alto gasto energético para conseguir un alto confort en su interior. Todo esto a través de unos principios que suponen una mejora respecto a la construcción tradicional.
2. Concepto y principios de una casa pasiva
Entender el concepto de casa pasiva implica previamente adentrarse en las virtudes de la bioclimática, entendida como aquellas soluciones o medidas constructivas adecuadas para lograr un diseño pasivo del edificio con el fin de reducir al máximo el consumo. Esto incluye la optimización de parámetros como el aislamiento térmico, la inercia térmica, la renovación de aire, las ventilaciones naturales, la protección y el control de los cerramientos ante las inclemencias del exterior, así como la captación de energía de los elementos exteriores de la forma óptima para reducir al máximo las necesidades de energía no renovable y aumentar el confort y la salud del usuario. Se deben considerar buenas condiciones óptimas para recibir la luz del día, producida sin sobrecalentamiento, y visuales personalizadas para no generar daño ocular, evitando así “puntos ciegos” en la visión lejana, además de una adecuada calificación de las vistas. Es importante evitar posibles contaminaciones lumínicas y facilitar una orientación adecuada del edificio para rentabilizar las horas de sol. En una casa pasiva, nada está dejado al azar. Por ello, se plantea una arquitectura en la que la fachada es la prolongación del suelo, es decir, adaptada a las condiciones del lugar y de la región en la que se encuentra, huyendo de modas y apostando por materiales naturales y de la zona, que funcionen bien y sean respetuosos con el medio ambiente durante el proceso de extracción, producción y colocación. A su vez, por su durabilidad y resistencia, aseguran el máximo tiempo de uso, lo que hará que impacten menos en el medio ambiente si contabilizamos el impacto a lo largo de su vida útil. Alineada con la bioclimática, el diseño pasivo integra todas las energías dinámicas presentes en un lugar. Aunque estas energías reversibles pueden variar mucho en su forma y contenido, la energía dinámica más conocida, la irradiación solar, actúa también como agente geopolítico, pues es prácticamente el único que puede influir en las condiciones climatológicas. De no ser por ella, la atmósfera terrestre estaría a la temperatura del espacio exterior.
3. Diseño arquitectónico de una casa pasiva
Existe una tipología de vivienda pasiva que suele repetirse, tanto en régimen de edificación como de reforma de una vivienda existente. La constituyen los patios, especialmente en búsqueda de patios de dimensiones más bien reducidas si atendemos a elementos pasivos, en una localización central o próxima a esta. Se plantea, de acuerdo a varios parámetros de diseño, la necesidad de incluir, además del patio mencionado, un espacio adosado a una parte acristalada de la vivienda, planteando dos situaciones en dependencia del diseño del patio o de la existencia de este. Además de analizar la capacidad de incidencia del espacio planteado al lado del ventanal, se presentan consideraciones de incidencia del tamaño, proyección solar, construcción o no de pérgolas, entre otros. Se acometen también otras situaciones referentes a las ventanas y enrollarlos, tales como la acristalada de la envolvente, situaciones particulares como la que posibilita un muro cortina e incluso el dimensionado de estas para conseguir una disminución del consumo.
En ocasiones, no se contemplan todas las variables existentes que posibilitan explotar al máximo la capacidad de una vivienda en colaboración con estos. El objetivo o lo que se pretende con este trabajo es conocer la influencia de la variable tamaño del patio sobre el microclima interior de la vivienda. Plantear un mecanismo que posibilite hacer una interpretación gráfica de dicha influencia desde la fase inicial del proyecto, que consiste en la definición de tramos alrededor de su perímetro. Y como tercera etapa, perfeccionar el mecanismo coincidiendo con la elaboración de diafonías aplicadas al clima y ordenación urbanística de la vivienda existente en la cuenca de la Laguna. Para alcanzar dichos objetivos, se parte de la base de que el espacio interior de este patio contribuye teniendo un comportamiento análogo al mismo, aunque a priori, y según los registros, seguramente no idéntico.
3.1. Orientación y distribución de espacios
La orientación de la casa es fundamental a la hora de lograr un confort térmico en la vivienda. Se deben distribuir los espacios adecuadamente en función de la cantidad de luz natural necesaria, consiguiendo una iluminación diáfana a lo largo de todo el día, hecho que hará que se consuma la menor cantidad de electricidad posible gracias al diseño y ejecución de ventanas, seleccionando las aberturas más comunes en el mercado actual, así como teniendo en cuenta sus coeficientes de transmisión para seleccionar los espesores de vidrio. En el estudio de la exportación e importancia de la orientación y protección solar a través del estudio de diferentes ráfagas de viento en base a la localización geográfica, llegamos a la conclusión de que aporta un sinfín de variables meteorológicas que nos podemos hacer una muy clara idea de por dónde sopla el viento y qué velocidad media alcanza.
Después de haber analizado la zona y tener una idea aproximada de por dónde sopla el viento y con qué intensidad lo hace, reducimos los orígenes de dichos vientos entre los cuatro siguientes: sureste, del desierto del Sahara sur argelino; noroeste, del mar Cantábrico; del sur-sudoeste, del mar Cantábrico; del sureste, por el valle del Guadalquivir. De este modo sabemos de dónde vienen los frentes y cuál es su recorrido. La primera condición impuesta a la casa pasiva es que el frente principal sea al sur, creando un atrio que proteja la vivienda al norte, por donde los frentes más fríos llegan a la ciudad. Dicho atrio está formado por el volumen principal de la vivienda, al que al norte se coloca un macizo vegetal que proporcione sombra y reduzca la potencia del viento. Alrededor del otro frente primario, el sur, se disponen las terrazas, para proteger del sol en invierno y refugiar en verano, de idéntico fondo que la vivienda para permitir la selección de la mejor orientación de las viviendas en sus lados.
3.2. Aislamiento térmico y acústico
Vienen. A continuación se presentarán los distintos materiales y técnicas para aislar tanto térmicamente como acústicamente una vivienda que concuerda con el principio de casa pasiva.
El aislamiento térmico de una vivienda es aquel que evita la pérdida o el acceso del calor en el interior de la misma. La energía no se intercambia con el medio circundante, produciendo la temperatura idónea y confortable para el ser humano. Los distintos materiales que existen se clasifican según su naturaleza en materiales aglomerados o fibrosos, materiales laminados y materiales celulosos. La elección de un material u otro entra en juego factores como la eficiencia energética, la sostenibilidad, los costes o el sistema constructivo de la fachada. Respecto al aislamiento acústico de las viviendas, podemos mencionar que existe un reglamento de aislamiento de ruido que establece los valores mínimos de aislamiento en función del origen del ruido y del uso de la edificación. En relación a la normativa, se distinguen cuatro grupos según el origen de la molestia. Por una parte, el ruido de tráfico exterior que incluye tanto la avenida como el límite. En esta categoría se incluirían dos subgrupos: viviendas que den sus huecos exteriores hacia una vía y las viviendas cuyos huecos no den directamente hacia la vía, pero sufran una elevada contaminación. Otra categoría es el ruido de tráfico ferroviario y de metro, y por supuesto, el ruido de tráfico aéreo. En este caso, una incógnita común es cómo insonorizar las ventanas correderas que, en su mayoría, no aíslan acústicamente. Según los estudios de especialistas en el sector, en caso de que no las filtren, habría que recurrir a la instalación de ventanas interiores abatibles o correderas, pero que no sean practicables, o a la instalación de doble ventana. Entre otros factores de relevancia, destacamos que el acabado de la fachada influye en las capacidades de aislamiento acústico del material aislante. En general, se puede decir que si es una fachada con cámara, la absorción del ruido que llega del exterior será casi cero. En cambio, si es una fachada con estructura ligera, como fachada ventilada o SATE, el ruido será absorbido en función de los conductores directos.
4. Sistemas y tecnologías clave en una casa pasiva
Las estrategias y tecnologías empleadas en una casa pasiva se dividen en tres campos: el aislamiento y la estanqueidad, el control del clima interior y la ventilación o renovación de aire. Estas se centran en reducir los requerimientos energéticos del edificio, facilitar el control climático mediante aportación controlada de energía y mantener una calidad del aire cómoda y saludable. Algunas de estas tecnologías o sistemas utilizan fuentes de energías renovables y sostenibles, pero todas ellas se quedan en la fase de minimizar la demanda de energía del edificio, hasta el punto que algunos denominan este tipo de construcción Edificio de consumo muy cercano a cero.
– Aislamiento y estanqueidad: la concepción innovadora de la envolvente térmica del edificio es un trabajo crucial en las casas pasivas, con el uso de materiales de baja conductividad, ventanas de altas prestaciones y sin puentes térmicos. – Control del clima interior: el empleo de algunas tecnologías con otros combustibles renovables o de alta eficiencia, especialmente en regiones muy frías. – Ventilación: es necesario introducir aire del exterior para obtener un clima interior óptimo, pero a su vez habrá una demanda energética para calentarlo que será necesario obtener del interior del edificio. Era preciso implementar un sistema de recuperación del calor del aire expulsado de forma eficiente.
4.1. Ventilación mecánica controlada (VMC)
La ventilación mecánica controlada (VMC) permite renovar el aire viciado de la casa cruzándolo con el aire exterior. Este sistema se basa en la extracción continua del aire cargado de humedad y CO2 en cuartos húmedos como baños, cocinas, lavaderos, etc., que es sustituido por aire fresco que ingresa en el inmueble a través de unos conductos que convergen en una toma de aire exterior, para después ser impulsado hacia el resto de estancias de la vivienda, llegando el aire finalmente a los cuartos secos y saliendo a través de las rendijas que se hayan dejado en las ventanas denominadas compuertas, ventanas permeables. El conjunto de un edificio está sometido a lo que denominamos una envolvente térmica; esta mantiene interiormente un clima agradable, controlado mediante la adaptación simbiótica de los elementos entre sí. El sistema de ventilación constituye una necesidad indisoluble de la política de construcción pasiva. La depuración del aire supone la eliminación de gases y humos; mantiene concentraciones relativamente constantes de CO2, gases desprendidos de los materiales de construcción y aparatos a gas; renueva oxígeno en edificios con hermeticidad a la infiltración; mantiene confort higrotérmico y ahorra energía al evitar corrientes fugitivas y mantener el gradiente higrotérmico cuando se apagan los equipos o no son necesarios. Los edificios, cuando no existen sistemas de ventilación activos, son totalmente dependientes del azar para el recambio de aire, o buscamos una solución inteligente, como la casa pasiva, o dedicamos nuestro tiempo o educamos nuestra conciencia para ventilar el ambiente cuando es necesario.
4.2. Ventanas de altas prestaciones
Después de la envolvente, las ventanas son el segundo elemento con más potencial para optimizar la demanda energética de una vivienda pasiva, ya que puede considerarse como un agujero en la envolvente, energéticamente muy negativo si no se trata correctamente. Para el confort de la vivienda y para limitar la demanda de energía, es prioritario: • Evitar la ganancia no deseada de calor (solar o interior a través del marco de la ventana). • Evitar las pérdidas de calor que generarían incomodidad al ser un elemento muy frío o por lo que se considera corriente de aire frío. Para conseguirlo, las ventanas de las viviendas pasivas buscan: a) La ganancia térmica en invierno, minimizando al máximo la demanda de energía necesaria para conseguir estas ganancias y favorecer la calidad de vida sin incrementar en verano el calentamiento natural de la vivienda. b) Controlar la luz, evitando el deslumbramiento y la decoloración de elementos interiores. c) Fomentar la ventilación y proporcionar la posibilidad de contacto con el exterior. Para ello, las ventanas deben ser fáciles de operar y responder con rapidez a las necesidades de los habitantes. La mejor opción la proporcionan los sistemas de ventanas dobles con rotura de puente térmico, si bien se debe prestar atención a la permeabilidad al aire y a los sistemas de cierre para evitar la circulación indeseada del mismo. Las carpinterías de aluminio con rotura de puente térmico presentan un coeficiente de transmisión térmica similar a las carpinterías de PVC. Aun así, la conductividad del aluminio es notablemente mayor que la del PVC, a igualdad de coeficiente de transmisión. De esta forma, no se puede generalizar que el coeficiente de transmisión sea el único parámetro que determine la eficiencia de la ventana, ya que este depende también del tamaño de las cámaras, del coeficiente de pérdida del vidrio y de la calidad de los perfiles.
4.3. Sistemas de captación de energía solar
Sistemas activos. Los sistemas activos necesitan elementos adicionales que son los que captan la energía y la trasladan a la vivienda. Estos elementos son, por lo general, paneles solares fotovoltaicos y sistemas de concentración solar. Los sistemas fotovoltaicos incluyen módulos fotovoltaicos que son paneles que, al incidir sobre ellos, la luz solar es transformada en electricidad. Además, incluye un regulador que ajusta la corriente eléctrica que llega a la batería. A su vez, están las baterías donde se almacena la energía eléctrica para luego ser usadas. Por último, el sistema incluye un inversor que cambia la corriente continua de la batería a corriente alterna para ser usada en el hogar. Estos sistemas, además, se pueden combinar con sistemas de acumulación de calor. Estos sistemas incluyen un recinto en donde las placas captan el sol y otras láminas transparentes retienen el calor. Estos sistemas son bastante contaminantes al ser producidos. La otra forma es mediante sistemas de energía solar agua, que proporcionan agua caliente sanitaria mediante colectores solares. Estos sistemas, por lo general, incluyen un depósito de acumulación de agua caliente. Sistemas pasivos. Aprovechan las condiciones climáticas del exterior para colaborar en el acondicionamiento de la vivienda sin necesidad de utilizar tecnología. El sistema está unido al edificio y su arquitectura de forma que se beneficie al máximo de los recursos naturales. Existen sistemas para captación de energía solar. El sistema activo necesita elementos adicionales para trasladar la energía captada al edificio, tales como colectores solares y sistemas.
5. Beneficios ambientales de una casa pasiva
Se pueden ver los beneficios ambientales de una casa pasiva mirando la incidencia de estas en: El aprovechamiento de energías locales y limpias, cuando no es necesaria ninguna instalación de energías propias en origen, se obtendrá una casa autónoma sin consumo energético del entorno. Reducción del consumo energético en la construcción de la vivienda. La demanda de energía es responsable hoy por hoy de la mayor parte de los impactos ambientales asociados a la construcción. Reciclaje de materiales en la medida de lo posible, es el principal factor de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la fabricación de materiales. La disminución de la huella de carbono, el impacto ambiental redunda en la disminución de gases de efecto invernadero de aquellos procesos asociados a la construcción de la vivienda por la disminución de volumen de vida útil. Estandarización de los componentes de la envolvente del edificio. Hasta la fecha, si un sistema constructivo comercializaba un producto, debíamos utilizarlo, sin importar que pudiese ser el mejor en cada caso. En fase de diseño, el promotor marcará el sistema constructivo que emplea buscando: confort higrotérmico, según necesidad de aislamiento térmico, apertura mínima de acristalamiento; doble carpintería, en este caso en condiciones excepcionales.
6. Beneficios económicos y de salud para los ocupantes
Además de los beneficios ambientales, encontramos claros beneficios económicos para el ocupante. Por un lado, el aislamiento y los cerramientos mejoran el comportamiento térmico de la vivienda, disminuyendo notablemente la demanda energética de calefacción y refrigeración. Esto supone un ahorro económico en los costes de suministro de energía de entre el 3 y el 8% sobre edificios convencionales. Tal y como se ha explicado, planes de alta eficiencia pueden prever inversiones más elevadas en la construcción y, además, tanto factores externos como las modificaciones del precio de la energía, como internos, como las variaciones en el régimen de ocupación y uso del edificio, son inciertos y supondrán un inconveniente en la estimación de los costes. Pero, por otro lado, las reducciones planteadas tanto en el consumo energético como en las emisiones de CO2 pueden fomentar ciertos beneficios asociados. Por un lado, los edificios más eficientes atraen a un mayor número de compradores de calidad. Además, declaraciones medioambientales, exenciones fiscales o primas que reciban los sistemas más eficientes, entre otros, pueden recompensar el sobrecoste inicial de la inversión. En el caso de las viviendas, estos efectos aumentarían el valor económico conjunto de la vivienda y podrían minimizar los efectos de los factores inciertos que los rodean.
7. Desafíos y consideraciones en la implementación de casas pasivas
En las consideraciones a la hora de pensar en la implementación de cada pasiva, tenemos dos aspectos cruciales: el climático y el económico. El clima en que se encuentre el lugar de emplazamiento es esencial para la adaptación de cada técnica al lugar, los materiales a emplear y el resguardo de un entorno confortable de acuerdo al medio externo. Si bien este sistema brinda variedad de posibilidades con su implementación, el coste de llevarlo a cabo también es considerable. Además, está de más mencionar que un cambio de paradigma implica una educación de cara a la demanda y que esto, en muchas ocasiones, resulta ser un factor restrictivo a la hora de imaginar el cambio. Otro aspecto de gran importancia a la hora de plantearse este tipo de soluciones domésticas es la compatibilidad de las mismas con las normativas legales requeridas para cada localidad. Por otra parte, se mencionan todos los beneficios directos e indirectos que resultan del uso de las técnicas adecuadas. Sin embargo, nunca está de más tener algunos cuidados a la hora de poner en práctica la idea de las viviendas pasivas. Además, está de decir que cualquier sistema de este tipo implicará obras de construcción, lo que a su vez implica desgaste del entorno en el que se encuentran y un gasto que, de no estar bien administrado, podría descontrolarse. Por ello, es útil tener presentes ciertas consideraciones: dado que los sistemas pasivos (y en general, todos aquellos que forman parte de la corriente de diseño y construcción sostenible) cuestan de incorporar, es un aspecto de suma importancia el correcto diseño del edificio en cuestión y la planificación de una buena gestión.
8. Estudios de caso de casas pasivas exitosas
El «Movimiento Casas Pasivas» avanza en la recuperación y pugna por mantener sistemas constructivos ligados a técnicas tradicionalmente asociadas al lugar donde se encuentran, base de un modelo más sostenible y difundiendo estas actuaciones como aplicaciones aisladas o, más sumatorias, en un masterplan energéticamente sostenible. Casa pasiva en Struellsund. En Struellsund, casa pasiva subvencionada con fondos de préstamo. Los 44 m² de solar quedan para terrazas para compensar el área correspondiente a no habitable, consiguiendo así una casa equilibrada energéticamente. El método de cálculo del consumo máximo pasivo es el danés y está en relación con la superficie útil de la vivienda. Se ha calculado el 68% con la ayuda de fácilmente, ya que esa esquiva diferencia se encuentra en los 7800 kWh teóricos anuales de diferencia, que se justifican por un uso intensivo de la vivienda donde la ventilación es forzada y los sanitarios y cocinas son eléctricos. Un uso más moderado de la vivienda puede hacer que el balance pueda llegar a estar equilibrado.
8.1. Casas pasivas en diferentes climas
Países estudiados nos damos cuenta de la importancia del diseño pasivo en climas mediterráneos, como el nuestro. La situación cambia al pasar a clima continental y montañoso, donde la adaptación de un buen diseño pasivo reduce el sobrecalentamiento estival y mejora el comportamiento frente a situaciones extremas. Este cambio se vuelve crítico ante el diseño de viviendas en climas similares al centro de los Estados Unidos y el norte de China, donde la reducción de la demanda de calefacción y refrigeración se había traducido en un mayor predominio de las ganancias internas y, por ello, la casi totalidad de los casos estudiados no cumplían los criterios respecto a la comodidad. Es decir, que se había conseguido una demanda energética baja tanto en calefacción como en refrigeración, pero se había descuidado los meses intermedios a invierno y verano, obteniendo un resultado menos satisfactorio para el usuario final. Bajo estas condiciones, la incorporación de un buen diseño pasivo, además de un mayor aislamiento e inercia, se antoja fundamental. Algún caso arroja unos valores de demanda energética inferiores a los 30 kWh/m2 anuales, lo que puede ser considerado un ejemplo para climas difíciles como el anteriormente mencionado.
Hay que tener en cuenta que, aunque puedan existir algunas dudas sobre la aplicación de un diseño pasivo en climas fríos como el suizo o en Finlandia, en términos generales se espera que funcione muy bien en clima frío y no tan bien en climas cálidos, donde un diseño bioclimático juega un papel más importante, y que incluso sea punto de conflicto en las viviendas con certificaciones. No olvidemos que el diseño pasivo de viviendas reduce también las emisiones nocivas para la salud medioambiental. No visto solo desde el punto de vista cuantitativo, a lo largo de los distintos apartados se han desprendido algunas de las ventajas de este tipo de viviendas.
8.2. Impacto a largo plazo en el consumo energético
En el pasado se asumía que los edificios pasivos o de energía casi nula repercutían negativamente en su construcción, debido a los sobrecostes que podían suponer o a la dificultad de la ejecución de las obras. A lo primero se le ha de hacer frente, ya que el precio de los combustibles fósiles se está encareciendo y es previsible que continúe encareciéndose cada vez más. A lo segundo se le ha de dar una solución, puesto que no se tienen que buscar excusas para no construir energéticamente eficientes. Además, lo realmente importante no es el coste de inversión inicial, sino el coste/ahorro energético a largo plazo.
La construcción de una casa activa se estima en un sobrecoste equivalente del 7% al 22% respecto a una vivienda convencional construida en Portugal. El coste de una casa pasiva supone un mayor esfuerzo en el momento de la inversión; sin embargo, y según el resultado de varios estudios, el coste energético del ciclo de vida de una vivienda pasiva no supera el coste energético de una vivienda convencional. Además, el sobrecoste de la inversión inicial de una casa pasiva suele recuperarse a lo largo del tiempo, alcanzándose incluso un ahorro económico entre el año 20 y 35 de vida útil, a pesar de que las viviendas pasivas poseen una vida útil similar a las convencionales. Un edificio convencional, de un tamaño medio de 120 m² habitable y una primera aproximación de 120 m² de fachada, debería disponer en la citada parcela de un total de 5.000 m², permitiendo cargar el inmueble únicamente el 24% de la parcela total disponible.
9. Tendencias futuras en la construcción sostenible
9.1. Por qué es importante investigar en la edificación sostenible El hecho de investigar la construcción sostenible es importante por varias razones: – Neutralidad en las emisiones de efecto invernadero: Las emisiones del parque de edificios nuevos no deben ser superiores a las retiradas en carbono fijado en la fase de construcción y, además, se tiene que retirar el carbono correspondiente a la actuación climática llevada a cabo sobre el edificio antiguo. – Ciclo de vida económico de una vivienda: Equilibrar las emisiones con el carbono fijado en la fase de construcción implica que los edificios construidos sean de carbono duradero, lo que induce al empleo de soluciones constructivas con una durabilidad de al menos 100 años. Son fundamentales los entramados y soluciones para proteger y prolongar en el tiempo las deformaciones con las acciones gravitatorias o horizontales en caso de terremotos. – Soluciones más ajustadas al confort bioclimático del edificio y usuario de las instalaciones: La predicción del comportamiento térmico del edificio se realiza a un ritmo de 15 minutos. Las variaciones que supone el aumento de precisión de la predicción en función del incremento del número de cálculos han permitido cambiar la estrategia en la compatibilización de la energía solar fotovoltaica a la red con la variable incidencia solar y la red real, con distintos valores de temperatura. Ambas, con el mismo valor de hierro en la solución constructiva. En consecuencia, si se considera una de las variables de control, por ejemplo, la gestión de las cargas nocturnas con dispositivos aislados térmicamente aumentará el tiempo en régimen estable en la parrilla de cargas, mejorando la gestión del confort diurno e interior. Las teorías de cargas térmicas pueden ser comparadas con el valor de las reales mediante dispositivos de apoyo a la energía térmica, por ejemplo, la incorporación de captadores solares de piscina en la instalación de calefacción por emitir aire de 27 ºC.
10. Conclusiones y recomendaciones para la adopción de casas pasivas
Conclusiones
En el presente trabajo de investigación se ha realizado un estudio de los principios teóricos de Envolvente Energética, Envolvente Térmica y Ventilación Energética, con aplicaciones orientadas a la consecución de los elementos o técnicas que se adecuen mejor para la construcción en condiciones normales de una casa pasiva. Se ha aplicado a los beneficios que aportaría actualmente a la arquitectura existente adoptar los parámetros descritos en la construcción de un edificio pasivo. Se ha realizado una aproximación de la disminución de actividad energética que generaría un modelo pasivo de vivienda con relación a otras prácticas habituales y ha surgido últimamente una propuesta de futuro o posible desarrollo de este concepto, Casa Pasiva+, con el objetivo de mejorar la eficiencia energética del entorno.
Recomendaciones
Si tiene pensado construir ya la casa que le pide el cuerpo, no habrá ninguna excusa para hacer participar sus ideas para vivir mejor. Sea inteligente y proyecte desde el principio pensando en el ambiente durante todo el año. Más adelante puedes informarte de los sistemas de ventilación adecuados pasivos al arquitecto o técnico, actividades que puedas fomentar la troficultura, o bien ir tanteando o solicitando ayuda y consultas sobre los distintos elementos o estrategias que puedes adoptar para intentar literalmente alguno de los sistemas pasivos presentes ya sugerentes o propuestos aquí. Si la casa ya la tienes, seguro que con la información cuéntate y el caos de todo comprobado no encontrarás dificultad alguna en la injerencia para preservar tu confort.
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